
Cada vez es mayor el porcentaje de mujeres que prefieren los productos de belleza naturales, en su mayoría motivadas por una búsqueda de placer y bienestar que es proporcionado por perfumes y texturas que despiertan nuestros sentidos, y porque además estamos tomando conciencia de la necesidad de respetar el medio ambiente y ayudar a la conservación del planeta en el que vivimos.
Como respuesta a esta tendencia de la búsqueda de lo natural, ha aumentado el número de firmas cosméticas que comercializan productos elaborados a base de ingredientes procedentes de la agricultura biológica.
Lo que se comoce como cosmética “Bio”, es un método de producción sin materiales químicos, en el cual solo las plantas más resistentes alcanzan la madurez, y es esa capacidad de supervivencia la que hace que los activos sean más eficaces, y por lo tanto aseguran óptimos resultados.
La cósmetica “Bio” está sometida a un exigente control de calidad, para que una marca sea confiable requiere que el 99% de los ingredientes sean de origen vegetal o natural, de ellos el 13& debe proceder de cultivos biológicos y ecológicos. Además, no debe incorporar conservantes químicos ni alcohol.
En la cosmética natural nos encontramos con frecuencia con la presencia de muchos ingredientes naturales en forma de aceites o aguas, para la elaboración de productos como:
- Los aceites esenciales: Constituyen uno de los elíxires más preciados de la naturaleza por su elevada concentración de propiedades y su alta capacidad de difusión.
- Los aceites vegetales: Provienen de semillas y frutos, aportando texturas ricas y protectoras.
- Aguas florales: Se obtienen a través de la destilación de plantas y flores. Son muy ricas en extractos vegetales y se utilizan para purificar y refrescar. Es por ello que la mayoría de los cosméticos “Bio” sustituyen el agua natural por aguas florales, debido a sus propiedades calmantes.
Fuente: Revista Clara Julio 2009