jueves, 21 de enero de 2010

Adelgaza sin morir de hambre


Desde el momento que nos proponemos bajar de peso y estilizar nuestra figura, en ocasiones no llegamos a lograr este objetivo. El porqué nos resulta tan difícil, se debe a que las tentaciones son variadas y el no responder a la “llamada del hambre”, puede ir en contra de nuestro instinto de supervivencia.
Bajar de peso no significa aumentar o mantener nuestra capacidad de resistencia ante apetitosas comidas, esto resulta absurdo, ya que pasadas algunas horas sea cae doblemente en las tentaciones. Lo que debemos hacer es aprender a elegir los alimentos más adecuados para no aumentar el grosor de nuestra figura y al mismo tiempo sentir el estómago lleno entre comidas.
He aquí los motivos por los que puedes sentir “ataques de hambre”, y conoce como evitarlos:
  • Si te has saltado comidas: Si no haces al días las 5 comidas aconsejadas, es lógico que tu cuerpo reclame el alimento que le falta. El proceso es el siguiente: tu cerebro detecta esas carencias y envía señales de alerta, tu estómago reacciona y empieza a segregar jugos gástricos, inmediatamente por tu mente aparecen imágenes de tus comidas favoritas, en especial de dulces, debido a que la glucosa es lo que más demanda el cerebro. El problema está en que el azúcar se digiere al momento y enseguida vuelves a sentir hambre. Para evitarlo lleva un diario de comidas y apunta todo lo que tomas para no saltarte ninguna.
  • Estás llevando una dieta estricta: Seguir una dieta restrictiva provoca estrés y hace que el cerebro segregue la hormona del estrés, cortisol, lo cual provoca una mayor sensación de hambre. Evítalo bebiendo infusiones calmantes como las de pasiflora o melisa.
    No tomas suficientes alimentos que sacian el hambre: Controlar el apetito eficazmente depende de la capacidad saciante de los alimentos que se consumen, no olvides que el índice de saciedad resulta una herramienta infalible.
  • Tus hormonas: En determinados momentos del mes (antes de la ovulación, durante la menstruación o en épocas cercanas de la menopausia) puedes notar que tu estómago parece no tener fondo. La razón es que los niveles de leptina bajan cuando se produce el descenso hormonal característico de esas etapas, lo cual es inevitable.
  • Duermes poco: Planifica tus horas de descanso. Recientes estudios han demostrado que no dormir lo necesario incrementa las ganas de comer.
Seguramente más de alguna se sintió identificada con algún punto mencionado.

Fuente: Revista Saludable Julio 2009